Nueva Dinastía, Vieja Dinastía

La diferencia era por la mínima, parte baja del octavo en Yankee Stadium, la serie estaba 3-2 a favor de los mulos del Bronx, sin outs y corredor en la inicial. Girardi manda a tocar la bola, y como si fuera una caricatura Los Angelinos cometen un error para que se coloquen hombres en las dos primeras almohadillas; de manera osada Girardi vuelve a mandar a tocar la bola y para que la caricatura se convierta en película de terror, un tiro asqueroso a la primera base –o mejor dicho, 4 metros por encima de la primera base— hace que Nueva York asegurase el campeonato del nuevo circuito. Este tipo de errores no hicieron de los Yankees un equipo con fortuna que está en la serie mundial, pero hizo de los angelinos se hundieran como si fueran un equipo amateur frente a los eternos de las rayas azul marina.

Y llegamos al clásico de otoño, con los campeones actuales defendiendo la perdiz y el equipo más galardonado de todos los tiempos en el beisbol poniendo la sazón. Los Phillies llegan con un cuerpo de lanzadores que dominaron a todos sus contrincantes y una batería que da miedo liderados por un enchufado Howard, que los abala para tomar y llevarse el campeonato una vez más a Filadelfia; los Yankees traen el corazón y la historia, nombres clásicos como Posada, Rivera y Jetter que darán el todo por el todo por colocar, una vez más, el nombre de los Yankees por lo más alto.

Muchos argumentan ya que los Yankees no es Tampa Bay y que los de Filadelfia la tendrán mucho más complicada que el año pasado, argumento irrefutable; pero no suficiente para quitarle el cartel de favoritismo que se han guindado los de la ciudad de la campana rajada. Filadelfia pide permiso para instaurar una dinastía y no le faltan piezas para logralo: Jimmy Rollins, Shane Victorino y Chase Utley seguirán embasándose temprano para hacer que Howard se acerque al plato con gente en base, y Ruíz será la amenaza ofensiva en la parte de atrás de la batería. Los lanzadores lo tendrán difícil, pero tienen bullpen para manejar incluso a los Yankees; Chad Durbin, Ryan Madson y Scott Eyre son más importantes que los grandes nombres, a ellos les intentarán pegar duro los mulos.

Pero Nueva york es Nueva york, es la historia, es el honor, es la victoria eterna, y también es un batería que todos son peligrosos (incluyendo a Mr. Octubre “Rodríguez” 2009) y son abridores dominantes como C.C Sabathia y Andy Pettitte; Nueva York es uno –por no decir el mejor— de los mejores cerradores de la historia. Los Yankees solo pueden acusar su falta de profundidad e el relevo medio, Chamberlain no parece contar con el cariño de Girardi.

El miércoles habrá Play ball del esperado clásico de otoño, para más morbo Sabathia y Lee se verán las caras colocando sus Cy Young (Qué dirán en Cleveland) como credenciales para abrir la Serie Mundial: muy difícil escoger un claro favorito, abrá batalla cerrada.

Buscando MVP

Poco falta para que termine la temporada regular de la gran carpa, tiempo de encontrar los últimos equipos que buscaran la gloria de Octubre, tiempo de hallar una (o dos) victorias más para subir la motivación o maquillar la temporada, tiempo de pensar en el 2010 para aquellos que no han conseguido sus objetivos. Pero por sobretodo es el tiempo de las elecciones de los mejores lanzadores y jugadores, de los que aportaron más en sus escuadras y de aquellos que son fundamentales en el éxito de sus equipos; guantes de oro, premios Cy Young y novatos del año serán elegidos en los próximos días. De manera particular el premio al jugador más valioso (MVP por sus siglas en ingles) presenta dos escenarios disímiles en comparación a ambas ligas. En el viejo circuito la elección del MVP será rápida, sencilla y sin sorpresa, Albert Pujols será el ganador, con numeritos estratosféricos y con su equipo con la postemporada asegurada se colocan como claro y único favorito: algunos periodistas ya lo instalan como uno de los mejores jugadores en pisar un diamante, debatible y letras de otra columna. Por otro lado, la liga americana tiene un ambiente menos despejado, con varios jugadores peleándose por ser nombrado el mejor de su liga, poniendo argumentos sobre la mesa partido tras partido y dando lo mejor de cada uno para ayudar a sus franquicias… quién será el flamante MVP de la americana este año? A continuación los favoritos.

Se rumorea en los pasillos de la liga que el premio se lo va a llevar Mark Teixeira a Nueva York, no solo por su gran capacidad ofensiva –batea para .294 con 38 vuelacercas y 120 empujadas– sino por su protagonismo en la primera base de los mulos: ha cometido tres errores durante la campaña (para un promedio de fildeo de.998) y ha completado jugadas de una gran capacidad defensiva que ha salvado a sus compañeros más de una docenas de veces de cometerlos, es el inicialista más completo de la Americana sin lugar a duda.

Pero Teixeira no puede decir que tiene todo el protagonismo en Nueva York, algo de lo que puede presumir Miguel Cabrera en Detroit. El venezolano no solo tiene mejor promedio al bate (.329 y cuarto de la liga) que el inicialista de los Yankees, sino que con la lesión de Carlos Guillen y el bajón ofensivo de Magglio Ordoñez, Cabrera se ha puesto en la espalda a los Tigres y los ha cargado hasta estar a punto de quedarse con la división central. Desde el punto de vista defensivo el inicialista de Detroit sufrió a principio de temporada para acomodarse al cambio desde la antesala, pero se adaptó a tiempo para ser un jugador con las seguridades que debe poseer un primera base. Como dato anecdótico, Cabrera bateó con promedio de más de .330 en cuatro de los seis meses de la campaña regular, casi nada.

Un tercer chacal ronda el trofeo de MVP esta temporada, desde Los Ángeles Kendry Morales ha demostrado que era el hombre indicado para cubrir la inicial por Teixeira en el equipo de Los Angelinos, y ser el guardaespaldas perfecto para Vladimir Guerrero y Torii Hunter en la ofensiva: ambos se fueron a la lista de lesionados a principios de julio para volver en Agosto y encontrase un equipo con una amplia ventaja en su división gracias en parte a Morales (.303, 32 HR y 102 RBI). Como dato interesante, se ventiló a principio del springtraining de este año que el inicialista recibió clases de bateo por parte Bob “el comedulce” Abreu mejorando su estrategia como bateador: el cubano ve 14% más lanzamientos que la temporada anterior y es uno de los bateadores más oportunos de su liga, producto de la paciencia y la selectividad que mejoró a principio de temporada.

Aparte de los tres mencionados anteriormente, Joe Mauer va a ser uno de los que reciba gran cantidad de votos en la elección para el MVP, pero el receptor de Minnesota, y a pesar de ser el bateador con mejor promedio en todas las grandes ligas y uno de los jugadores más completos, está un escalón por debajo de Cabrera, Teixeira y Morales; no solo porque los Twins no irán virtualmente a la postemporada (todavía por resolver), sino porque no aporta lo que estos tres en sus escuadras. Así también Kevin Youkilis, Derek Jeter y Bob Abreu deberían tener algún tipo de representación en la lista del MVP, aunque una vez más sus campañas son extraordinarias aunque no mejores que la de los tres primeros favoritos.

Al final, los pronósticos apuntan a que el jugador más valioso del joven circuito será un inicialista; lo importante será saber en donde se escucharán los gritos de alegría: Nueva York, Detroit y los Ángeles esperan los veredictos. Se escuchan predicciones…

(publicado en Venezuela al Día, El Hispano News y Noticiero Digital el 27 de Septiembre de 2009)

Félix ¿Cy Young?

Con tanta pelea para tomar los comodines de ambas ligas se ha dejado un poco de lado la carrera para la obtención del Cy Young, nos encontramos en el momento en que los lanzadores que tienen menos efectividad y más partidos ganados en su haber, entre otros dígitos, tienen la oportunidad de cerrar la campaña con numeritos que les den un empujón para adquirir el preciado galardón de picheo. Interesante es la elección donde aún nadie ha llegado a las veinte victorias, dato que en años anteriores pareció ser la base para elegir candidatos, lo que nos agita el horizonte y da oportunidad de estudiar tablas para volver a las raíces del picheo y su valor dentro de este ajedrez que llamamos beisbol. La liga Nacional no está disputada, el premió se irá a San Luis solo con la duda de si será Adam Wainwright o Chris Carpenter, aburrida la disputa. La liga Americana por otro lado…

El nuevo circuito nos presenta una situación turbulenta donde tres titanes del montículo se discuten el título de mejor pitcher de la temporada, en primera posición, y personal favorito para llevarse la corona, está Felix Hernández que ha dejado una campaña para el recuerdo con marca de 16-5 hasta la fecha y una efectividad de 2.45 en 30 aperturas, lo que representa ser segundo en la liga Americana. Pero lo que hace valioso al “Rey Félix” es su capacidad de mantener a los bateadores contrarios a raya y su bajo promedio de bateo de sus oponentes (.228), el más bajo de las mayores. De esta manera, y como comentábamos de manera previa, la elección de este año se basará en el análisis y la profundidad de las estadísticas, donde Hernández destaca ya que suma siete salidas con al menos siete entradas sin que sus oponentes sumen rayitas a la pizarra. Más importante aún es el argumento de que si suma cuatro ponches más en lo que queda de campaña regular — tiene 196—se convertirá en el segundo pitcher en la historia de los Marineros en poseer record de más de 15 victorias con más de 200 ponches, más de 200 entradas lanzadas y efectividad por debajo de 3.00; solo Randy Johnson hizo lo propio en 1995, lo que le valió el galardón, y 1997. En Seattle están encantados con el rendimiento del venezolano que además solo ha perdido una salida desde el 24 de mayo, fecha desde la cual también posee efectividad de 1.91, casi nada.

Por detrás, pero pisando fuerte y no muy lejos del gran Félix se encuentran Zack Greinke, el lanzador de los Reales de Kansas City puede ver su opciones al trono frustradas gracias al bajo apoyo que recibe de los relevistas y el cuerpo de bateo del equipo: Kansas City se fue con una victoria y 7 derrotas en los juegos que Greinke salió sin decisión; aún así, y volviendo al tema de la profundidad de la estadística, el derecho tiene efectividad de 1.95 en dichas salidas y dejó del partido con ventaja en cuatro ocasiones. Pero lo que hace fuerte a Greinke es su supremacía en las mayores en efectividad (2.14) y en blanqueos (3), también es segundo en ponches con 224 y promedio de los bateadores oponentes (.231). Lo que no le es favorable al oriundo de Florida es su cantidad de victorias, tan solo 14 salidas con éxito ha tenido el derecho a lo largo de la campaña, aunque hay que insistir, este será el punto menos tratado en la votación de este año.

Los seguidores más tradicionales de la pelota tendrán a C.C Sabathia como su favorito para llevarse el Cy Young de la Americana este año, pero no se sorprendan cuando vean a la estrella de los Yankees caer incluso al tercer lugar de la votación. Es cierto que el zurdo es líder en las mayores en victorias con 18 y que ha ayudado a los mulos del Bronx a poseer la mejor marca del beisbol organizado (aunque no es el autor del liderato de su franquicia), de todas manera Sabathia posee una efectividad de pánico (3.31) para ser unos de los mencionados a llevarse el Cy Young. Sus posibilidades pasan por tener una actuación del lujo en lo que queda de temporada.

El Cy Young de la americana aún está en disputa y con opción de sorpresas, aunque si se tendría que elegir un ganador hoy en día este sería Félix Hernández con votación dividida; quién podría convertirse este año en el segundo venezolano en conseguir tan preciado galardón. Llegará Octubre y veremos.

Los Resucitados

Hace una semana, dentro del marco de la renovada Europa Legue (antigua Copa de la UEFA), revivimos a los jueces de gol, reliquias de antaño que cuidaban y vigilaban las porterías antes de los años treinta cuando muchas arquerías estaban hechas sin redes y el larguero estaba constituido por una simple cuerda horizontal amarrada a dos postes. Para ese entonces, era necesario tener árbitros sentados junto a la orilla del terreno de juego adyacente a los arcos para verificar si el balón entraba o no. Los popularmente conocidos jueces de gol, árbitros asistentes adicionales como los llama la FIFA, desaparecieron con la inclusión de mallas que atraparan al balón y de un mejor diseño de las porterías.

La UEFA los ha resucitado de los libros de historia y estantes polvorientos del futbol para que cada partido de la Europa League tenga dos árbitros pegados en el área. No llevarán banderín y se comunicarán con el resto de los jueces del encuentro con un micrófono. Su puesto estará junto a la portería, en el lado contrario al juez de línea y tendrán potestad para entrar al césped: cuando lo hagan, siempre se situarán por detrás del portero. Se empiezan a ver las complicaciones.

En principio los jueces de gol se resucitan para que resuelvan, entre otras cosas, el problema de los goles fantasma (cuando el balón pega tan cerca de la línea y vuelve a salir); inconveniente que se podría solventar con tecnología de cámaras y microchips instalados en los balones, pero los puritanos del balompié, a los que tenemos que incluir a Michelle Platini, actual presidente de la UEFA, no creen que las ciencias aplicadas puedan ayudar “en tan delicado proceso”. El problema empieza con el hecho de que los nuevos jueces de gol tienen más responsabilidades, incluyendo tomar decisiones con relación a faltas en el área y ayudar a decidir al juez principal si sus decisiones son correctas, es decir, no hay líneas claras donde se pueda evaluar con fundamento donde empieza la responsabilidad de uno y hasta donde llega la del otro: qué pasa cuando uno de los dos ve un penal y el otro no, o cuando ninguno ve un balón que entró en la portería y salió dejando serias dudas? El factor humano sigue estando en lo que debería ser la justicia absoluta en el fútbol, si el balón entró es gol, sino, sigan jugando.

Habrá que evaluar su aportación, y como todo nuevo proyecto hay que darle tiempo, pero desde aquí se empieza a predecir: dentro de unos años estaremos hablando de microchips.

(publicado el 20 de Septiembre de 2009 en el Latin Opinion de Baltimore)

Jeter Inmortal

Inmortal es el adjetivo perfecto para catalogar a las figuras que dejan una huella tan profunda en su campo de desempeño que son merecedores de poseer artículos especiales en los anales de la historia. Inmortal es el calificativo exacto para distinguir a un nombre propio que no solo ha conseguido continuar a base de imparables una tradición de más de un siglo, sino que bajo sus hombros recae la responsabilidad de mantener el beisbol a flote cuando el deporte vive épocas negras gracias a la tragedia de los esteroides y los vaivenes de la fama que afecta a tanto atleta.

Por eso es que no se puede describir sino de Inmortal la gloriosa carrera de un hombre que ha hecho historia en la casa que el mismo ha ayudado a construir, los Yankees le deben sus éxitos de la última década a Derek Jeter; el beisbol de grandes ligas le debe el poder mantenerse menos sucio durante los últimos años al campocorto de Nueva York. Jeter es un jugador que no se destaca por tener extrema habilidad defensiva, ni por su capacidad para correr las bases de manera magistral y mucho menos por su eficacia jonronera; pero si es un jugador de equipo, un líder que saca lo mejor de sí ante la adversidad y que tiene una ideología de trabajo que le hace ser un excelente beisbolista con una constancia tremenda con el madero: de esta manera no solo se ha podido convertir en el campocorto con más hits del las mayores, y en el beisbolistas de los Yankees con más imparables en la historia, superando a Lou Gehrig luego de 70 años, sino que es el heredero directo de los grandes nombres como Mantle o Berra, aquellos jugadores que ubican a la memoria en la zona de la nostalgia.

Es que Jeter es el capitán del equipo más ganador en la historia del beisbol organizado, aquel beisbol que se puede dividir entre dos fanaticadas, los seguidores de los Yankees y todos aquellos que van en contra de Los Mulos del Bronx; pero ningún apasionado por la pelota que se respete puede negar que Jeter es un ser diferente que simboliza el trabajo y la dedicación para cumplir los objetivos y llegar a lo más alto, admitiendo que solo así la victoria es dulce como el almíbar y la derrota solo sirve de aliciente para conquistar un juego exquisito que día tras día se ve más como un vertedero de basura que como una competición de honor, coraje e inteligencia.

Tantas alabanzas no llegan en vano, el shorstop de Nueva York inició su carrera en 1995 y desde entonces solo ha tenido una temporada con menos de 160 imparables, estando en camino de llegar a su séptima campaña con más de 200 hits. Pero más allá del record mítico, y los numeritos de otro mundo, lo que ha conseguido Jeter de manera magistral es posicionarse en la mente de la fanaticada del beisbol como un deportista impecable, excepcional y sencillo que lo da todo por el deporte y que siempre defenderá los intereses no solo de su equipo sino del beisbol por encima de los personales. No en vano tantos comentaristas, y seguidores de la pelota de la gran carpa, repiten día tras día que ya no les sorprende ningún nombre relacionado con el consumo de sustancias prohibidas, pero que el único pelotero que les partiría el alma en dos y que les quitaría la fe y el amor por el beisbol es Derek Jeter.

La Importancia de Jeter, y la seguridad de que su nombre estará junto al de los grandes, no radica en los numeritos estratosféricos o en su título de capitán a los Yankees, sino en su liderazgo sin fronteras, su empeño en devolverle al beisbol su brillo de antaño y su capacidad para resplandecer en una pantalla manchada de barro, esa pantalla que llamamos beisbol de grandes ligas; por eso Derek, eres inmortal.

(El 9 de Septiembre de 2009 Jeter se convirtió en el campocorto de los Yankees con más imparables, esta columna que lo exalta salió publicada en Venezuela al Día de Florida, Noticiero Digital y El Hispano News de Houston)

Vinotinto es Ilusión

Quién va a negar que no se le detiene un instante el corazón cuando ve al Ronita Vargas sacar caños y mostrar su capacidad técnica, o cuando Miku la para con el pecho y la empuja como si fuera el mejor 9 del continente; incluso Seijas pegando zapatazos envenenados que besan el larguero. Esto es la Vinotinto, nuestra Vinotinto, que nos regala el derecho a buscar ilusiones donde antes no existían, otorgándonos la delicia de poder escudriñar el calendario de lo que queda de eliminatoria y empezar a sacar numeritos.

Llegaremos al mundial o no, sacaremos 6 o ningún punto más ante las dos mejores selecciones del momento en la Conmebol, Paraguay y Brasil, pero nuestra selección ha demostrado tener el carácter y la firmeza futbolística para aunque sea pelear por estar entre las 32 que irán a Suráfrica. Más allá de cómo culminará la eliminatoria, lo que es de verdadera importancia es que esta selección nos proporciona ilusiones, nos provee el gran compromiso a soñar, nos regala un color para tatuarlo en nuestra piel, es una selección que crece, que cree en sí misma y que nos suministra fantasía.

La Vinotino es mucho, se pelea de tú a tú un cupo y medio con Uruguay, Ecuador, Colombia y Argentina, no siendo coincidencia que estén dos multi-campeonas del mundo en esa lista. Nuestro seleccionado nacional no lo tiene fácil, pero creen que es posible, y los venezolanos también lo creemos. Ejemplo de esto es el entretiempo ante Perú, la Vinotinto empatando un partido sin muchas ocasiones y con un autogol en la chistera –hace diez años no levantaban este encuentro—, pero el segundo tiempo fue un vendaval, fue el de una selección que se dejó el pellejo para darnos el delirio de verlos ahí, luchando con los habituales, fue el segundo tiempo de un grupo que se dijo en el vestuario que no perdería y que iban a por el partido. Venezuela juega bien cuando se para en el campo con un esquema ofensivo, es un puñal por las bandas y tiene un mediocampo que no solo hace los trabajos de contención de buena manera, sino que saca el balón y ayuda en ataque con criterio; aún falta algún detalle en defensa, pero es un grupo completo que tiene todo el potencial que el balompié les puede dar.

El fútbol nacional crece de manera exponencial, los clubes nacionales llegan cada vez más lejos en los torneos continentales y se dan el lujo de ganarle a equipos de renombre en el continente, atrayendo así a una mayor fanaticada para que se acerque a los estadios y siga los compromisos futbolísticos con gran interés. Nuestras individualidades triunfan en el exterior con Tomás Rincón en el Hamburgo de la Bundesliga, Ronald Vargas en el Brujas de Bélgica y Giancarlo Maldonado en el Xeres de la primera división Española como principales abanderados de nuestro fútbol, progresando y mejorando en aquellas importantes escuelas. La única nota mala que se le puede hacer al fútbol nacional es el atornillamiento en el cargo de Rafael Esquivel como máximo mandatario en la federación, desde 1987 se desempeña en el cargo, dando apertura al compadraje y corrupción que todavía se vive en el ambiente de la selección. Aún así, la Vinotinto sub-20 participará en el Mundial de Fútbol de la categoría, siendo la primera que llega a un Mundial, dando clase de fútbol en las eliminatorias y proponiendo un futuro mágico para el fútbol de nuestro país.

La Vinotinto suma y sigue metida de lleno en la batalla por el Mundial, nos regala ilusiones y nos hace creer en el fútbol de nuestra tierra que tanto maltrato sufrió y tanto agravio nos dio. Tengan por seguro que los Maldonado, Seijas, Vargas, Fedor, Rey y Vega van a darlo todo para emocionar a un país, para darnos hasta el último de sus suspiros para que todos podamos seguir viviendo el sueño mundialista, para dejar de ser el comentario incipiente de reporteros cuando dicen que somos la única que no ha ido a un mundial, para poder celebrar con ganas la sangre de nuestra tierra, la sangre que no es roja, esa sangre que nos hace ser y sentir Vinotinto. Vamos Vinotinto!

(publicado el 10 de Septiembre de 2009 en el portal Noticiero Digital, luego de la víctoria vinotinto ante Perú por 3 a 1)

El Sprint Final

Llegó la resolución, septiembre se erige como el mes de los resultados, de la contestación de preguntas que nos hacíamos desde abril. Cerraremos la temporada regular de la gran carpa mientras varias batallas aún se llevan a cabo en las mayores, la más obvia es la que se lucha por los pasaportes a la postemporada, aunque no quiere decir que los equipos sin opciones dejarán de combatir: hay sutilezas en el beisbol, motivaciones ocultas y estímulos sutiles que permitirán incluso a equipos que no van a octubre luchar por ganar un partido más de lo que se espera de ellos, tal vez así algunos salven el pellejo, o el cargo.

Pero primero lo importante, la batalla por la postemporada arrecia haciendo que Gigantes, Rockies, Medias Rojas, Vigilantes y Marlins busquen tener un sprint final para alargar sus campañas; los comodines están que arden dando lugar a cualquier resultado: por ahora Boston y Colorado son los que se están llevando la liebre aunque Vigilantes y Gigantes acechan peligrosamente cerca. Por su parte, los Marlins se alejan de la lucha luego de una temporada con un rendimiento respetable, lo de Florida es un caso interesante ya que han permitido más carreras de las que han producido, es decir, pierden por mucho y ganan por poco y aún así la moral del equipo no parece afectada. Así mismo, los Bravos dan batalla pero parecen dar dos pasos para adelante y uno para atrás, tienen que despertar completa y prontamente para acortar los 7 juegos (se han visto peores situaciones) de separación, tienen el equipo para hacerlo. El otro férreo contendiente a llevarse un comodín, en este caso en la Americana, son los Vigilantes, un equipo por el que nadie daba nada a principio de temporada y ahí están dando la batalla. Si la lógica se cumple, algo no tan común en el beisbol, Boston debería quedarse con el último pasaje de su liga, sobretodo después del despertar de David Ortiz y el apoyo del súper refuerzo Víctor Martínez; por su parte, en la Nacional las cosas no están tan claras, aunque entre San Francisco o Colorado debería estar el premiado.

Por otro lado, el ambiente está menos turbio para Dodgers, Cardenales y Phillies que parecen tener un pie en postemporada en el viejo circuito, así como para Angelinos, Tigres y Yankees han hecho lo propio en la Americana; salvo sorpresa, hecatombe y/o desplome total, la mayoría –sino todas— de dichas divisas deberían estar peleando el título de sus respectivas ligas en unas semanas. Luego de que se termine la temporada regular veremos que transformación tienen estos equipos aunque los Tigres, gracias a su errante cuerpo de lanzadores, parecen los más débiles; Cardenales, Angelinos y Dodgers serán los llamados para luchar con los poderosos y rejuvenecidos Yankees.

Pero estas no son las únicas batallas que se llevan a cabo en la gran carpa este Septiembre, hablábamos también de las motivaciones sutiles que pueden hacer a un equipo mejor solo por la búsqueda de un objetivo común o individual. El primer y gran ejemplo son los Mets, y voy a ser sincero, perdí toda ilusión de que puedan llegar a ser un equipo ganador, siempre parecen con las mejores posibilidades, pero nunca cumplen; en este caso tienen una oportunidad de cerrar la temporada con buena nota ya que el futuro de Carlos Beltrán, Carlos Delgado, Gary Sheffield y hasta Jerry Manuel (a pesar de ser respaldado por la organización) está guindando de un hilo; si quieren mantener sus salarios y posiciones deberán poner un esfuerzo extra. Algo similar vive Pedro Martínez en Filadelfia, al que su rendimiento irregular lo ha dejado en posición en la que tiene que empezar a tirar numeritos impresionantes, aunque hay que darle tiempo y con seguridad en algún momento empezará a lanzar con regularidad, ojalá los Phillies se den cuenta de esto antes de deshacerse del él. Otro lanzador que quiere regresar en 2010 es John Smoltz que con un par de buenas salidas en Septiembre puede convencer a los gerentes de San Luis para darle lugar en su equipo o hacer un buen negocio por él durante el invierno. Otros ejemplos son Dave Trembley y Eric Wedge, managers de los Orioles e Indios; el primera base de los Atléticos, Jason Giambi, así como el estratega de los Astros Cecil Cooper; nombres propios que todavía tienen algo que demostrar.

Septiembre trae emociones, trae resoluciones y trae el último esfuerzo ya sea para alargar la campaña, para alargar carreras o para mantener posiciones. Managers y jugadores se exprimirán al máximo para cerrar la temporada con buena nota.

(Publicado en Venezuela al Día, El hispano News y en Noticiero Digital el día 7 de Septiembre de 2009)