El Fútbol de las Ilusiones Patrias

Semana de eliminatorias mundialistas, ese engorroso trámite que algunos clubes miran de reojo con malos ojos porque cansa y lesiona a sus estrellas; pero un tiempo para ver fútbol de selecciones que cae muy bien al aficionado, ese hincha nacionalista que siente los colores porque son el del propio país, el de la selección absoluta. Es el fútbol del sentimiento y las batallas luchadas por honor y con el corazón en los colores de la bandera. Faltando menos de seis meses para saber el diseño de los ocho grupos que conformarán la primera etapa del Mundial, será en diciembre, nos encontramos en un ambiente crítico, donde las selecciones en mejor estado ya aseguran su pase al magno evento, mientras que en los suburbios futbolísticos los últimos pasaportes se pelean a muerte. En Suramérica vivimos la victoria de Brasil sobre la impotente Argentina, un juego de titanes que le dio el pase a la verdeamarela y que confirma las urgencias de los albicelestes. Argentina va a estar en el Mundial, aunque le cueste más que en otras ocasiones para asegurar su presencia; de todas maneras, la verdadera batalla será por el quinto puesto donde Ecuador, Colombia, Uruguay y hasta Venezuela, que logró un buen empate ante Chile en Santiago, lucharán el último puesto para el repechaje, faltan dos fechas y nada nos podrá quitar la diversión de ver el desenlace del sur. En la Concacaf hubo pelea y todo se reducirá a elegir contendientes entre México, que al fin conquistó una victoria fuera de casa, Costa Rica, que perdió ante el trí y soltó el primer puesto, Estados Unidos, que se hace con el liderato del hexagonal y luce con muy buena forma, y Honduras, que parece más cerca cada día aunque tendrá que poner un último esfuerzo. En Europa las cosas están aún más divididas y solo España muestra un fútbol supremo, aquel del “tiqui-taca” que le valió la Eurocopa del pasado año y que sigue demostrando que es el mejor estilo de juego que se ha visto en mucho tiempo, ganan jugando bien y juegan bien para ganar; otra historia la de Portugal, que se mantiene viva al filo de la cornisa (no imagino Mundial sin Cristiano) y Francia que sigue segunda de su grupo, válido para el repechaje. Fue un parón liguero que gusta al aficionado más que a los clubes, parón que se agradece porque trae el fútbol del honor, de la lucha sin alicientes monetarios, la de las batallas románticas por la patria, en fin, el fútbol que disfrutamos porque nos ofrece ilusiones patrias.

(publicado el 7 de Septiembre en el Latin Opinion de la ciudad de Baltimore, MD)