Todavía se trabaja en la profundidad, en bajar los kilos de más, en hacer una preparación física y a fondo para comenzar el año de la mejor manera posible; las derrotas no duelen tanto y las formulas cambian día a día para conseguir el equipo ideal: así es el fútbol de pretemporada, más lento, espeso, con pocos aficionados y con muchos rumores en relación al mercado de fichajes. La salvación, para el mundo de los clubes al menos, parece pasar por un par de fórmulas, unas de antaño y otras más recientes.
Primero, se ha hecho costumbre que los equipos jueguen entre sí y hagan concentraciones de pretemporada en lugares a los que no son oriundos; hace unos días vimos al Chelsea y a ambos equipos de Milán jugar entre sí en tierras Norteamericanas. También se espera con mucha antelación al Real Madrid el 9 de agosto ante el DC United, un equipo que mueve millones de espectadores que además está participando en la otra salvación de pretemporada: los campeonatos y copas internacionales.
Actualmente se lleva a cabo la Peace Cup en Europa, una competición que congrega equipos de todos los continentes donde se juega el deporte rey, y se está convirtiendo en una mini-mundial de fútbol de clubes que nos sazona esta época del año “aburrida” futbolísticamente.
Este escenario se plantea en el mundo de los clubes de todas partes del mundo, pero no en el futbol de selecciones, donde no hay pretemporadas o parones, solo recesos. Más aún si te llamas México y estás siendo bombardeado desde todos los flancos en plena Copa de Oro, con críticas fuertes y un juego que viene de menos a más. El tri, como lo vaticinábamos hace un par de semanas, es un equipo fuerte, con gran potencial que parece estar empezando a alcanzar el nivel que se espera de esta selección que tanta masa mueve, que tantos sueños levanta; pero que tanto desilusiona también. A pesar de todo, la selección de Aguirre nos ha dado una alegría al proclamarse campeón de la Copa de Oro nada más y nada menos que derrotando con una manita (goleada por 5 a 0) a su archirrival del norte, los Estados Unidos, en una final que pocos esperaban se resolviera como lo hizo.
Primero, se ha hecho costumbre que los equipos jueguen entre sí y hagan concentraciones de pretemporada en lugares a los que no son oriundos; hace unos días vimos al Chelsea y a ambos equipos de Milán jugar entre sí en tierras Norteamericanas. También se espera con mucha antelación al Real Madrid el 9 de agosto ante el DC United, un equipo que mueve millones de espectadores que además está participando en la otra salvación de pretemporada: los campeonatos y copas internacionales.
Actualmente se lleva a cabo la Peace Cup en Europa, una competición que congrega equipos de todos los continentes donde se juega el deporte rey, y se está convirtiendo en una mini-mundial de fútbol de clubes que nos sazona esta época del año “aburrida” futbolísticamente.
Este escenario se plantea en el mundo de los clubes de todas partes del mundo, pero no en el futbol de selecciones, donde no hay pretemporadas o parones, solo recesos. Más aún si te llamas México y estás siendo bombardeado desde todos los flancos en plena Copa de Oro, con críticas fuertes y un juego que viene de menos a más. El tri, como lo vaticinábamos hace un par de semanas, es un equipo fuerte, con gran potencial que parece estar empezando a alcanzar el nivel que se espera de esta selección que tanta masa mueve, que tantos sueños levanta; pero que tanto desilusiona también. A pesar de todo, la selección de Aguirre nos ha dado una alegría al proclamarse campeón de la Copa de Oro nada más y nada menos que derrotando con una manita (goleada por 5 a 0) a su archirrival del norte, los Estados Unidos, en una final que pocos esperaban se resolviera como lo hizo.
Julio y Agosto son meses de espera, de transición y de poco dinamismo en el mundo del futbol; pero las cosas evolucionan, vaticinando un futuro de balón el año entero. Esa es la belleza del deporte más seguido, es universal y no lo podemos dejar descansar.
(Este escrito se publicó en el Latin opinion de Baltimore el día 24 de julio de 2009, la pretemporada nos sigue preparando para lo que es el curso 09-10 al escribir estas líneas)
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