No hay ataque, no hay llegada, no hay defensa, no hay transición en la mitad de la cancha; no hay ilusión, no hay sacrificio, y de manera reciente no hay respeto ni entrenador. En la selección Mexicana no hay nada según sus detractores. Miles de líneas han sido impresas con relación al tri y su bajo desempeño deportivo en los últimos tiempos, pero la selección Azteca viene de menos a más en la Copa Oro y parece hacer oídos sordos a las innumerables críticas que se hacen diariamente.
Haciendo un recuento hay que aceptar que el juego del trí no ha sido satisfactorio durante los primeros enfrentamientos de esta Copa de la Concacaf, pero viene en crecimiento. En el partido inaugural para la selección tricolor el fútbol no apareció, a pesar de la victoria (2-0) ante Nicaragua, dando cátedra de cómo no se deben hacer las cosas dentro del terreno de juego.
Luego le llego el turno a Panamá para aprovecharse del mal juego mostrado por los mexicanos, pero el tri mejoró en la mitad de la cancha; y a pesar de no ser un juego extraordinario en el aspecto futbolístico se empató un partido lleno de roces que se pudo haber ganado: se veía un indicio de mejora en el juego hasta que Javier “el Vasco” Aguirre quiso ser protagonista, el seleccionador Mexicano se inmiscuyo en un altercado cargado de violencia con un jugador de Panamá, lo que le costó, luego de unas patadas, tres partidos de suspensión. La selección caía en su paraje más bajo desde el punto de vista moral, y aunque se especule que Aguirre tomó las acciones a manera de revulsivo para buscar una reacción en el área deportiva, no se justifica, nunca, hechos de esta naturaleza dentro de un rectángulo de juego. Pero el fútbol mejoró y contra Guadalupe se vio, por momentos, una selección vertiginosa atacando por los costados, que cuidaba el balón y que defendía con garra.
El próximo reto inmediato será Haití en Cuartos de Final, una nueva oportunidad para que el tri siga en crecimiento y se prepare para llegar lejos en la Copa Oro; pero el equipo caribeño ha demostrado ser de gran fortaleza física y una velocidad que se le hace incomoda la escuadra mexicana, la cual juega con un ritmo más pausado en la mitad de la cancha: es un buen ensayo avanzado, aunque México debería ganar. La Selección no pasa por sus mejores días, y muchos ya piensan en el 12 de Agosto (partido eliminatorio contra Estados Unidos), pero el grupo es bueno y tiene potencial.
Haciendo un recuento hay que aceptar que el juego del trí no ha sido satisfactorio durante los primeros enfrentamientos de esta Copa de la Concacaf, pero viene en crecimiento. En el partido inaugural para la selección tricolor el fútbol no apareció, a pesar de la victoria (2-0) ante Nicaragua, dando cátedra de cómo no se deben hacer las cosas dentro del terreno de juego.
Luego le llego el turno a Panamá para aprovecharse del mal juego mostrado por los mexicanos, pero el tri mejoró en la mitad de la cancha; y a pesar de no ser un juego extraordinario en el aspecto futbolístico se empató un partido lleno de roces que se pudo haber ganado: se veía un indicio de mejora en el juego hasta que Javier “el Vasco” Aguirre quiso ser protagonista, el seleccionador Mexicano se inmiscuyo en un altercado cargado de violencia con un jugador de Panamá, lo que le costó, luego de unas patadas, tres partidos de suspensión. La selección caía en su paraje más bajo desde el punto de vista moral, y aunque se especule que Aguirre tomó las acciones a manera de revulsivo para buscar una reacción en el área deportiva, no se justifica, nunca, hechos de esta naturaleza dentro de un rectángulo de juego. Pero el fútbol mejoró y contra Guadalupe se vio, por momentos, una selección vertiginosa atacando por los costados, que cuidaba el balón y que defendía con garra.
El próximo reto inmediato será Haití en Cuartos de Final, una nueva oportunidad para que el tri siga en crecimiento y se prepare para llegar lejos en la Copa Oro; pero el equipo caribeño ha demostrado ser de gran fortaleza física y una velocidad que se le hace incomoda la escuadra mexicana, la cual juega con un ritmo más pausado en la mitad de la cancha: es un buen ensayo avanzado, aunque México debería ganar. La Selección no pasa por sus mejores días, y muchos ya piensan en el 12 de Agosto (partido eliminatorio contra Estados Unidos), pero el grupo es bueno y tiene potencial.
(Esta entrega fue publicada en el Latin Opinion de la ciudad de Baltimore el 3 de Julio de 2009, la selección mexicana de futbol ganó la Copa Oro en la final con una manita (5-0) a su archirival los Estados Unidos)
(Esta entrega fue publicada en el Latin Opinion de la ciudad de Baltimore el 19 de Junio de 2009, Boca se fue de vacaciones ese verano con el problema instituional sin resolver)
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